Julie Powell, cocinera y bloguera cuyo proyecto de un año de duración para cocinar cada una de las recetas del innovador libro de cocina de Julia Child, Mastering the Art of French Cooking, se convirtió en un best seller de memorias que fue adaptado por Nora Ephron en la exitosa película de 2009 Julie & Julia, murió de un paro cardíaco el 26 de octubre en su casa del norte del estado de Nueva York. Tenía 49 años.
El Proyecto Julie/Julia, como se llamó, tuvo su origen en 2002, cuando Powell, a punto de cumplir 30 años y, como dijo una vez al Times, sin perspectivas reales de carrera, decidió probar suerte en el entonces nuevo mundo de los blogs. Su inspirada decisión de abordar el difícil y, en aquel momento, aparentemente anticuado trabajo de Child, junto con su estilo de escritura accesible e ingenioso, atrajo de forma constante a una comunidad tanto de aficionados a la comida como de fans de los escritos de Powell.
En 2003, cuando el proyecto se acercaba a su fin autoimpuesto, la periodista del New York Times Amanda Hesser escribió sobre el Proyecto Julie/Julia y el número de lectores del blog se disparó. La editorial Little, Brown & Company se lanzó a adaptar el blog como libro Julie & Julia: 365 Days, 524 Recipes, 1 Tiny Apartment Kitchen (más tarde, en rústica, Julie & Julia: My Year of Cooking Dangerously).
Las memorias vendieron más de un millón de ejemplares y se convirtieron en una especie de fenómeno nacional, hasta el punto de que los planes para adaptar el libro a una película atrajeron a una lista de talentos de primera línea tanto delante como detrás de las cámaras. La guionista y directora Ephron firmó -sería su última película; murió en 2012- y Meryl Streep fue elegida para el papel de Julia Child, con Amy Adams en el papel de Powell. Stanley Tucci coprotagonizó el papel de Paul, el marido de Child, y Chris Messina interpretó a Eric Powell.
La participación de Streep y Tucci fue el resultado de la decisión de Ephron de combinar las memorias de Powell con las del propio Child, Mi vida en Francia. La película, pues, formaba una especie de biógrafo dual, mostrando las conexiones culinarias que pasaban de generación en generación. |