Steven Spielberg se sincera sobre el equilibrio entre trabajo y familia, y sobre cómo una vez "sacrificó una gran franquicia" para pasar más tiempo con su mujer y sus hijos.
"Decidí no hacer varias películas. Me ofrecieron Harry Potter", recordó el aclamado cineasta, de 76 años, en una reciente charla con el director de RRR, S.S. Rajamouli, para Reliance Entertainment.
Spielberg explicó que "decidió rechazar el primer Harry Potter" para poder "pasar ese año y medio siguiente con mi familia, con mis hijos pequeños creciendo".
"Así que sacrifiqué una gran franquicia, que hoy mirando hacia atrás estoy muy contento de haber hecho, para estar con mi familia", añadió.
En 2010, Collider informó de que el entonces presidente de Warner Bros, Alan Horn, declaró a Los Angeles Times que "creía que valdría la pena que Steven Spielberg dirigiera" la primera película de Harry Potter, Harry Potter y la piedra filosofal, de 2001, y que el estudio se lo había ofrecido.
"Pero una de las nociones de Dreamworks y de Steven era: 'Combinemos un par de los libros, hagámoslo animado', y eso era debido a los [efectos visuales y] Pixar había demostrado que las películas animadas podían tener mucho éxito", continuó Horn, según Collider.
"Debido a la magia que implicaban, estaban muy cargadas de efectos. Así que no les culpo. Pero yo no quería combinar las películas, y quería que fuera de acción real", añadió sobre la película, que finalmente dirigió Chris Columbus.
Columbus, de 64 años, también dirigió en 2002 Harry Potter y la cámara secreta, mientras que las siguientes entregas de la exitosa franquicia del niño mago fueron dirigidas por Alfonso Cuarón, David Yates y Mike Newell.
La nueva película semiautobiográfica de Spielberg, Los Fabelman, de la que es coautor, opta a siete premios en los Oscar de este año, entre ellos el de mejor película y mejor director.

En su conversación con Rajamouli, de 49 años, Spielberg dijo que el "significado personal sobre [cómo el conflicto entre] el arte y la familia te partirá por la mitad me ocurrió más tarde, cuando ya me había establecido como cineasta, como director en activo".
"La decisión que tuve que tomar al aceptar un trabajo que me trasladaría a otro país durante cuatro o cinco meses y en el que no vería a mi familia todos los días... fue realmente una experiencia desgarradora".
Aunque el icónico director es ahora un orgulloso padre de siete hijos, no siempre quiso tenerlos. De hecho, fue su experiencia trabajando en E.T. (1982) la que le abrió a la idea de la paternidad.
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