Aunque hay multitud de películas navideñas populares, Realmente amor es especialmente querida. La comedia romántica navideña de 2003 explora temas complejos como la muerte, el engaño y la política, sin dejar de ser desenfadada y centrada en la Navidad. Rowan Atkinson, famoso por interpretar a Mr. Bean, hace dos cameos, pero su papel tenía originalmente un propósito mayor.
Atkinson aparece primero como Rufus, un vendedor de joyas que se toma demasiado tiempo envolviendo el regalo que Harry (Alan Rickman) ha comprado para su amante, lo que provoca que su mujer, Karen (Emma Thompson), le descubra. Atkinson aparece por segunda vez al final de Realmente amor, donde hace que un taquillero del aeropuerto le guarde todos los abrigos, lo que permite a Sam (Thomas Brodie-Sangster) despedirse de su enamorada, Joanna, antes de que ésta embarque en un avión rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, un argumento abandonado de un primer borrador establecía que Rufus era un ángel.
Papel original de Rufus en Love Actually
Las acciones de Rufus finalmente llevan a buenos resultados tanto para Thompson como para el personaje de Brodie-Sangster, ya que en realidad era un ángel en un borrador anterior del guión. En diciembre de 2015, la editora de guiones de Realmente amor, Emma Freud, tuiteó: "Originalmente, el personaje de Rowan sobreenvolvió el regalo a propósito para evitar que Alan Rickman pudiera comprar el collar. Porque era un ángel".
Según Freud, en un principio el personaje de Atkinson debía impedir el romance entre Harry y Mia. La comparación con el montaje final de Realmente amor demuestra que se hicieron muchos cambios durante el proceso de escritura del guión, lo que plantea la cuestión de cómo era el personaje de Atkinson en los primeros borradores. Sin embargo, la inclusión de la aventura en la película final ofrece al público la oportunidad de ver la icónica escena en la que Thompson se da cuenta de que su marido la engaña.
El significado del personaje de Rowan Atkinson en Realmente amor

En última instancia, que Rufus fuera un ángel habría demostrado que incluso los más pequeños actos de bondad de extraños pueden cambiar el curso de la vida de alguien. Ese aspecto está definitivamente en consonancia con el espíritu navideño. Aunque el personaje de Atkinson no acabara siendo un ángel en el borrador final del guión, su presencia cómica en Realmente amor muestra al público que las acciones aleatorias, aparentemente insignificantes, pueden tener un enorme efecto dominó. |