Rupert Grint se convirtió en una estrella mundial tras protagonizar las adaptaciones cinematográficas de la serie de libros de Harry Potter. El actor sólo tenía 11 años cuando le eligieron para el papel y tenía 22 cuando terminó la serie.
Asumir el papel de Ron Weasley no fue fácil y Grint dijo recientemente en una entrevista que el rodaje le resultó "asfixiante".
"Potter era muy intenso: [rodábamos] todo el año y luego nos íbamos de promoción el resto del tiempo. Fue bastante sofocante", dijo a Bustle.
Grint también dijo que al final de la saga de Harry Potter "quería un descanso, reflexionar sobre todo... Fue una experiencia extracorporal durante un tiempo, pero creo que terminamos en el momento adecuado. Si hubiéramos continuado, podría haber ido cuesta abajo".
El actor reflexionó sobre las similitudes que su personaje de ficción tenía con él personalmente, entre ellas formar parte de una familia numerosa. En el momento de su casting, Grint dijo que "sentía la dificultad de ser visto, de ser eclipsado. En las películas, nos fundimos en uno. Al final, me estaba interpretando a mí mismo. Las líneas se difuminaban".
Grint agradece las oportunidades que le brindó Harry Potter y sabe que los fans aún le recuerdan como Ron.
"Respondo si alguien me llama Ron", dice. "Es mi segundo nombre".
La próxima vez que veremos a Grint será en la película de terror psicológico apocalíptico Knock at the Cabin. El actor se reencuentra con el director de Servant, M. Night Shyamalan. Basada en la novela The Cabin at the End of the World de Paul G. Tremblay, Grint también comparte reparto con Dave Bautista, Jonathan Groff, Ben Aldridge, Nikki Amuka-Bird, Kristen Cui y Abby Quinn. | 
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