Sydney Sweeney, en el centro de la polémica por una campaña publicitaria señalada por hacer alusión al nazismo

Lo que parecía una colaboración exitosa entre Sydney Sweeney y la marca American Eagle ha acabado envuelto en una inesperada tormenta mediática. La actriz lanzó recientemente los Sydney Jeans, unos vaqueros que ella misma ha diseñado, acompañados de una campaña con estética nostálgica y americana.

En el anuncio, aparece arreglando un coche mientras viste un top blanco y los vaqueros en cuestión, todo bajo el eslogan “Sydney Sweeney has a great jeans”, un juego de palabras que mezcla “genes” y “jeans”.

Una declaración empoderadora ha sido recibido con una avalancha de críticas

Sin embargo, lo que en un principio pretendía ser una declaración divertida y empoderadora ha sido recibido con una avalancha de críticas. Usuarios en redes sociales han señalado que la combinación del look, el mensaje y la estética remite a una idealización de la mujer blanca estadounidense, perpetuando estándares que excluyen otras corporalidades y razas.

A  continuación el anuncio que ha generado la polémica:

Algunos incluso han vinculado el anuncio con una visión nostálgica de los años 50 en EE. UU., una época que, aunque recurrentemente rescatada por la moda, sigue marcada por fuertes desigualdades raciales.

La respuesta de Sydney Sweeney

Mientras American Eagle guarda silencio público ante la polémica, fuentes cercanas revelan que la marca no esperaba semejante reacción. Según la propia Sweeney, el objetivo era lanzar un diseño que celebrara la diversidad de cuerpos femeninos y enviar un mensaje positivo, incluyendo una mariposa bordada como símbolo de transformación y superación de la violencia doméstica. Sin embargo, ese enfoque activista no ha logrado calmar a quienes ven en la campaña una representación excluyente y problemática.

Otro de los anuncios con el doble mensaje más claro:

Figuras como Doja Cat han avivado la conversación en redes, parodiando el spot en TikTok con una imitación sarcástica del monólogo de la actriz, mientras compañías como Tesla también han hecho alusión al tema, sumándose al debate con un tono más burlón que crítico.