El dueño de un restaurante que lucha por cuidar a su madre enferma de alzheimer, encuentra una bolsa con dinero en efectivo en un casillero de sauna, mientras que un oficial de aduanas se mete en problemas cuando su novia se escapa con el dinero que pidió prestado a un usurero.
Aunque sus imágenes son atractivas, les falta cierta individualidad. Por suerte, los actores tienen suficiente energía para sostenerla hasta llegar a un final entretenido.