Siguiendo casi al pie de la letra el texto de W. Shakespeare, Hollywood (WarnerBros.) desplegó todo su potencial para intentar la adaptación de la obra. Para ello recurrió al talento de Max Reinhardt, reputado director teatral europeo y maestro durante la década de los veinte de grandes artistas. Encargado de la estructura global del filme tuvo que apoyarse en uno de sus antiguos alumnos, W. Dieterle, para cuestiones técnicas y demás parafernalia del mundo del cine.
Comedia de enredo en medio de lugares imaginarios y encantados la obra cinematográfica debería verse como lo que es, una gran película de estudio con personas de mucho talento trabajando en la elaboración y sometidos a las normas rígidas de entonces. Aún así y pese a rebozarse el kitsch durante muchos momentos, contiene un encanto especial y no pocos hallazgos visulaes. |