Juan, un porteño noctámbulo de imprecisa vocación, planea un ardid con la meta final de llegar a la calle Corrientes. La musa inspiradora es Mario, un joven de rasgos comunes pero con la altura de un enano, que tiene la imperiosa necesidad de contar con dinero para solventar un tratamiento hormonal a su hermano que está por nacer, para que gane unos centímetros de altura. Parten hacia el interior del país en un viejo colectivo fileteado y adaptado como teatro ambulante. Serán Juan, el falso ventrílocuo y Juanito, su falso muñeco. Luego conocen a la hermosa Lucía, cantante y bailarina, que impacta en el corazón de Juan y de Mario. Junto con ella salen de gira hasta arribar a la ciudad de Chacabuco. Mario se ve obligado a vivir en las sombras con excepción de los escasos momentos de distensión, de complicidades y confidencias que comparte con Lucía quien, por su parte, se encuentra con Pedro, su antiguo novio, quien se propone reconquistarla. Juan es incapaz de registrar al enano como un rival sentimental; sólo puede ver como competidor por el amor de Lucía a Pedro |