Checco trabaja en la administración provincial. El empleo consiste en poco más que en sellar permisos. Para él la idea de “ocupación fija” es sagrada, pero a causa de una reducción de plantilla se ve forzado a elegir entre una indemnización o un traslado. Checco opta por lo segundo, lo que inicia un periplo laboral cuya etapa final es el Polo Norte. Allí conoce a Valeria, una científica idealista de quien se enamora perdidamente.
|