El cadáver de un marinero es arrastrado por la marea hasta la orilla. Si no tuviese las manos atadas, Justo Castelo sería otro de los hijos del mar que perdió su vida mientras faenaba. Pero su embarcación no ha aparecido y algunos detalles hacen pensar al inspector Leo Caldas que algo hay detrás de esa muerte que apunta a otra causa. |