El ganador de un Globo de Oro arruinó su rostro por su adicción a las cirugías estéticas, aunque el actor ha asegurado que el boxeo fue el origen de sus problemas.
El intérprete estadounidense siempre alegó que su afición por el bisturí se debe a su pasión por el boxeo: "Me rompí la nariz dos veces, así como las operaciones de cinco y otra más por una rotura del pómulo", declaró al Daily Mail en 2009. En una de las operaciones, incluso, se extrajo cartílago de la oreja del actor para reconstruirle la nariz.
Rourke aseguró en ese entonces al citado medio que el problema fue que la primera vez que pasó por el quirófano acudió "al tipo equivocado" para recomponer su rostro.
Ficha de Mickey Rourke en Cine.com