Mucho antes de que Ravenna fuese apuñalada y aparentemente vencida por Blancanieves, la malvada reina fue testigo de cómo su hermana Freya sufría una desgarradora traición y huía del reino. Valiéndose de su habilidad para congelar a cualquier enemigo, la joven reina del hielo Freya lleva ya décadas en un remoto palacio invernal formando una legión de cazadores letales, que cuenta entre sus filas con Eric y la guerrera Sara, cuando descubre que sus dos campeones han incumplido la única regla impuesta a los soldados: desterrar el amor eternamente de sus corazones. Al enterarse de que su hermana ha muerto, Freya reúne al resto de cazadores y les ordena traer el espejo mágico ante la única hechicera que queda con vida capaz de dominar su poder. Pero cuando comprueba que es posible resucitar a Ravenna de sus doradas profundidades, las malvadas hermanas siembran el terror en el reino encantado con un poder el doble de oscuro de lo que jamás se haya conocido. Ahora, su creciente ejército será invencible... a menos que los cazadores desterrados por romper la regla de oro de su reina sean capaces de superar todos los peligros para reencontrarse. Precuela de Blancanieves y la Leyenda del Cazador.
Comparte con su antecesora los mismos pecados y virtudes, sólo que tiene la desventaja de ser la segunda, la extensión de lo que funcionó pero también, y especialmente, de lo que no.
Extraña apuesta de Universal que mezcla la precuela, la secuela y el spin-off de ‘Blancanieves y la leyenda del cazador’ empeorando el resultado de aquella pese a su interesante cuarteto de protagonistas. Aquí se opta por un tono más ligero que en ‘Blancanieves y la leyenda del cazador’, algo más cercano a una simple aventura en la que hay que ir superando una serie de peligros. Resulta más superficial y se agradecen los toques de humor, haciéndola más llevadera. La estética resulta indudablemente atractiva lo cual ahonda más en la frustración de ver cómo actrices tan interesantes como Jessica Chastain, Emily Blunt o Charlize Theron no tengan la oportunidad de sacar a relucir su indudable talento. Y es que algunas situaciones de un poco inspirado guión rozan con lo ridículo. Tampoco las coreografías de las peleas están a la altura esperada. En definitiva, una película que desperdicia su acumulación de talento actoral y que, sin llegar a ser un bodrio, empeora a una ya de por sí discreta primera parte.