Adaptación a la gran pantalla del juego "WOW", contará los enfrentamientos entre los humanos y los horcos. El pacífico reino de Azeroth está a punto de entrar en guerra para enfrentarse a unos terribles invasores: orcos guerreros que han dejado su destruido reino para colonizar otro. Al abrirse un portal que conecta ambos mundos, un ejército se enfrenta a la destrucción, y el otro, a la extinción. Dos héroes, uno en cada bando, están a punto de chocar en un enfrentamiento que cambiará el destino de su familia, su pueblo y su hogar.
Un exceso de tramas y personajes, quizá en un intento del director por abarcar toda la mitología de la saga de videojuegos, condenan a esta película a ser una obra superficial en la que además apenas sentiremos empatía por sus personajes, carentes de una mínima profundidad. Y sin ese componente emocional de los personajes, los combates y las escenas de acción resultan demasiado genéricas. Nos encontramos pues ante una película que puede acabar resultando aburrida para más de un espectador. Carente de ritmo y fluidez, incluso resulta confusa en algunos momentos. Otra oportunidad perdida de hacer una buena película basada en un videojuego.