The Place We Go to Hide

Dos sonámbulos, Martha y Quentin, se registran en un hotel como huéspedes recurrentes y viven vidas paralelas durante sus horas de vigilia. Lo que no saben es que mientras duermen, se enamoran el uno del otro una y otra vez. La película plantea la pregunta: cuando se trata de la conexión humana, ¿estamos realmente sonámbulos durante nuestra vida de vigilia?