Cuando Las Vacas Vuelven a Casa presenta al público a Tilly y Maggie, un par de vacas con las que el músico, periodista, artista y susurrador de vacas, Andrew Johnstone, se hizo amigo y posteriormente salvó del matadero. El locuaz pastor expone con entusiasmo sus puntos de vista sobre la cría de animales, la comunicación bovina y los caprichos de la vida en general, antes de que la película nos lleve a través de los acontecimientos que han dado forma al singular granjero-filósofo. Desde tragedias familiares personales hasta guerras con las autoridades de las escuelas católicas, desde innovaciones en la naciente escena musical de Hamilton hasta la creación de instalaciones de arte de guerrilla; La vida de Johnstone ha tenido una trayectoria verdaderamente idiosincrásica. Es posible que los problemas de salud mental lo hayan obligado a retirarse a la vida en la granja, pero la película deja claro que la inquieta curiosidad del protagonista está lejos de ser abandonada.
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