Flor huye de Méjico con su hija de seis años, Cristina, y se instala en la comunidad hispana de Los Ángeles. Flor
consigue trabajo como ama de llaves de la familia Clasky. La Sra. Clasky atraviesa una crisis de identidad que afecta a toda su familia e, incluso, a Flor quien no puede mantener a Cristina fuera de su influencia. Al mismo tiempo Flor establece un vínculo de comprensión y afecto con el Sr. Clasky. |