Tras su salida de DC como Superman y de The Witcher, esta franquicia es su gran oportunidad para mostrar su amor por la fantasía. Prime Video y Games Workshop anunciaron en 2022 su alianza para desarrollar el proyecto, ya sea en formato de serie o película, con dos años de negociaciones en curso.
Sin embargo, como señala CBR, el mayor reto es hacer que la producción resulte atractiva para el público general antes de seguir adelante.
Un universo demasiado oscuro para el gran público
El desafío con Warhammer 40K es que su universo no se caracteriza por presentar personajes o situaciones amables que faciliten su aceptación entre el público casual, un sector clave en las plataformas de streaming. Si lo comparamos con Fallout, por ejemplo, a pesar de su ambientación apocalíptica, su adaptación incorpora un humor negro que permite una conexión más accesible con la audiencia.

En contraste, los personajes y facciones de Warhammer 40K se mueven, en el mejor de los casos, dentro de una moral gris oscura. En este universo, las atrocidades más extremas son parte habitual de los conflictos entre facciones.
La necesidad de que el producto sea rentable
Esto sitúa a los guionistas del proyecto en una encrucijada: suavizar la historia para atraer a un público más amplio, a riesgo de traicionar la esencia de la franquicia, o mantener la oscuridad característica de Warhammer 40K, confiando en que el público más allá de los fans comprenda y acepte su tono.

La franquicia cuenta con un sinfín de relatos fascinantes que Henry Cavill conoce bien, pero el gran dilema radica en que, para hacer justicia al proyecto, se necesitan recursos. Y para conseguirlos, es imprescindible que el producto sea rentable. |