Orestes Barbero, el legendario concursante de 'Pasapalabra', se coronó como el campeón de campeones en el exitoso especial de tres entregas titulado 'Noche de campeones'. El programa, conducido por Roberto Leal, logró mantenerse como la joya de la parrilla televisiva con audiencias que rara vez descendieron de los dos millones de espectadores. En la final de finales, Orestes se enfrentó a Luis de Lama en una batalla intensa que terminó en empate en el rosco a 22 aciertos y un fallo, desencadenando una emocionante muerte súbita.
La victoria finalmente sonrió a Orestes al responder correctamente a la definición "Especie de pisto compuesto por pimientos, tomates, patatas y bacalao o atún" con la letra R ("Rinrán"), ganando así 25.000 euros adicionales. Sin embargo, a pesar del triunfo, Orestes sintió que la victoria no fue del todo justa y decidió tomar una decisión inédita.
Con una honestidad conmovedora, Orestes compartió su premio con Luis de Lama, su oponente en la épica batalla. A pesar de haber acumulado a lo largo del concurso la impresionante suma de 2.272.000 euros, Orestes consideró que el empate técnico en el rosco merecía un reparto equitativo del premio. Expresó su opinión diciendo: "Técnicamente, este dinero es mío, pero únicamente por mera regla, no por la justicia del mérito que, en este caso, ha sido exactamente el mismo. Yo me voy de aquí más feliz si lo repartimos".
Esta decisión sorprendente y generosa dejó al público y a su compañero de batalla atónitos. Aunque el presentador dio por concluida la batalla épica en pantalla, la verdadera decisión se tomó fuera de cámara, dejando un legado de fair play y camaradería en la historia de 'Pasapalabra'. Orestes Barbero, más allá de su éxito en el programa, demostró que la integridad y el espíritu deportivo son tan valiosos como cualquier premio ganado. |
U.S.A.
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