Azahara Margon tenía su vida encaminada. Iba a ser guardia civil, siguiendo los pasos de su padre. Pasó un año en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro, en el sur de Madrid. Su meta era opositar, pero en 2011 se redujeron las plazas para la convocatoria de aquel año y se quedó fuera. Aquel traspiés puso su vida patas arriba. Decidió cambiar de aires, dejar Madrid y volver a su ciudad natal para apuntarse a un curso de interpretación en el Soho. La experiencia le gustó y decidió presentarse a la Escuela de Arte Dramático. Hizo una prueba perfecta y a pesar de que solo había 25 plazas para toda Andalucía, la cogieron. Así fue cómo llegó a trabajar con grandes estrellas como Julio Iglesias o Antonio Banderas.
A Julio Iglesias lo conoció una noche de 2012 a la salida de un concierto. El saludo militar que hizo al cantante le resultó gracioso y la invitó al show que tenía en Marbella. Allí conoció a sus hijas, Cristina y Victoria, y a su esposa, Miranda Rijnsburger, con la que llegó a tener una relación muy estrecha. Poco después le ofrecieron ir con ellos a una gira a Miami. El kárate había sido importante para ella durante su infancia y juventud. Fue varias veces campeona de España y le ofrecieron trabajar como monitora.
"Pasé seis años con ellos. Fui monitora de deportes y defensa personal de Cristina y Victoria cuando tenían 10 años y ahora son mis hermanas. Sé todo de ellas y ellas de mí. Las adoro", comentó Azahara en una entrevista para Vanity Fair.
Sin embargo, Azahara seguía con el gusanillo de la interpretación y una noche, después de verla actuar improvisadamente en una reunión de amigos, Julio se quedó impresionado y le dijo que no quería ser el responsable de que no siguiera su carrera. Así que decidió regresar a España para realizar varios cursos aunque siguió en contacto con la familia Iglesias. Incluso viajó a Nueva York para estudiar danza y canto en una academia en Manhattan. Pero la soledad de aquella gran ciudad y la pandemia le animaron a regresar a España.
A Antonio Banderas lo conoció en 2018 gracias a su amistad con el gerente de la taberna El Pimpi, Pablo Gonzalo. Su experiencia con el kárate le sirvió para que el malagueño le ofreciera trabajar como asesora en las coreografías de su nueva obra, 'Company' en el Teatro Soho.
"Trabajar a sus órdenes es todo un privilegio porque todo lo que tiene de talentoso también lo tiene de buena persona", comenta Azahara. Allí también conoció a la hija de Antonio Banderas, Stella, que era la encargada de la producción de la obra.
A finales de 2019 su nombre empezó a relacionarse en los medios con Colate Vallejo-Nágera, el exmarido de Paulina Rubio. Acudieron juntos a varias fiestas e incluso le pidió que le defendiera en plató durante su participación en Supervivientes, aunque Azahara no se atrevió.
A sus 32 años, Azahara Margot se encuentra preparando varios castings con la ilusión de hacer realidad sus sueños y llegar a convertirse en una estrella. Su meta es triunfar en Estados Unidos. | 
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