La investigadora criminal berlinesa Sara Stein cultiva un estilo discreto. No es una supermujer, aborrece la violencia y confía en su don para convencer a los demás de que es digna de confianza. Sobre todo le gusta trabajar en Berlín y Tel Aviv. El hecho de que sea judía es una gran ventaja, ya que puede navegar con paso seguro a través de la maraña de conflictos explosivos e impenetrables entre judíos, árabes y palestinos. Sara trabaja en equipo, ya sea que ella y sus colegas trabajen en el caso de una DJ asesinada en Berlín o en el de un homicidio involuntario por compasión en Tel Aviv. Aunque se enamora del pianista israelí David, es tremendamente independiente y reacia a comprometerse. Vive para sus casos y, más allá de esto, para un sueño de paz en su amado Israel.
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