The Sparrow in the Chimney destaca por su audacia artística y sus imágenes surrealistas y a veces chocantes. La narrativa se aleja de la fórmula tradicional para sumergirse en un drama psicológico que se siente como un sueño febril. La cámara, que al principio es estática, se vuelve fluida conforme la protagonista se desestabiliza, lo que refleja una maestría formal. Es una película que exige mucho de su público, pero recompensa con una catarsis artística y un debate asegurado. |