Crítica de Las niñas de cristal (2022)
Las niñas de cristal es un drama español dirigido por Jota Linares que retrata el exigente mundo del ballet a través de la historia de Irene, una bailarina elegida para protagonizar Giselle después de la muerte de su antecesora, y Aurora, una joven introvertida que lidia con sus propias presiones familiares. La película explora el sacrificio físico y mental que exige la danza, los celos, la amistad compleja y la obsesión por la perfección. Tiene secuencias visualmente potentes y momentos de gran emotividad, aunque su larga duración y el intento de abarcar muchas tramas lo hacen sentirse algo disperso. Nota: 7 sobre 10
Personajes principales
Irene (María Pedraza) bailarina que entra en la compañía como protagonista y enfrenta fuertes presiones profesionales y personales
Aurora (Paula Losada) nueva integrante, sensible, marcada por expectativas externas y que encuentra en Irene una aliada y espejo emocional
Norma (Mona Martínez) directora exigente de la compañía de ballet, antagonista potente cuya mano dura y perfeccionismo generan tensión emocional intensa
Pilar (Marta Hazas) madre de Irene, contribuye a revelar el contexto familiar y las expectativas que moldean el carácter de Irene
Rodaje
El rodaje comenzó el 8 de febrero de 2021 en Madrid, España.
Curiosidad destacada
Las escenas de baile fueron coreografiadas con bailarinas profesionales reales; María Pedraza volvió a retomar su formación de danza para algunas escenas especialmente exigentes, donde sintió dolor físico por los ensayos y el uso de puntas
Película relacionada
Black Swan (2010) por su exploración del perfeccionismo extremo, la obsesión artística y la tensión psicológica detrás del mundo del ballet.