No soy precisamente un fanático de Adam Sandler, pero debo admitir que algunas de sus películas me han agradado. "Ni de coña estás invitada a mi bat mitsvá" es definitivamente una de ellas.
Me encontraba agotado y decidí simplemente caer en mi sofá frente al televisor. Encendí Netflix y la película comenzó antes de que pudiera decidir ver algo más. Fui demasiado perezoso para cambiar de opción.
Sandler realmente logró una película divertida y conmovedora. La trama es sólida, la dirección y la edición son notables. Sus hijas tienen talento y se sienten auténticas en sus roles. Además, la actuación de Luis Guzmán como una especie de figura paternal judía fue un gran toque.
La película está claramente centrada en la madurez y explora el trauma y la felicidad que pueden envolver a una familia, en este caso judía, en un momento crítico de la vida. |