Nuevamente estamos antes una adaptación de cómic, concretamente de la editorial Dark Horse y su R.I.P.D. Departamento de policía mortal. Con una producción de 130 millones de dólares, tiene como carta de presentación al director de la primera RED, Robert Schwentke. Un director un tanto irregular que no es conocido precisamente por sus éxitos continuados. El caso es que en USA ha recaudado 30 millones de dólares, lo que la posiciona como el mayor fracaso en lo que va de año.
En resumen, no cumple pese a la espectacularidad de sus imagenes. No es equilibrada, ni en su desarrollo, ni en sus personajes, haciendose previsible y aburrida a mitad de la cinta. Ryan Reynols vuelve a meter la pata eligiendo papel, aunque comenzamos a sospechar que el problema es él y no el guión. Una pena como de un cómic interesante, han hecho un resumen manido, sin sustancia y sin divertimento, llevando su humor sus diálogos a la mínima esencia de la lógica. Ni siquiera la propia película sabe si apostar por lo infantil o por lo adulto y ella misma se lía, culpa de guión sumamente irregular y de un director que no ha sabido solucionar la papeleta. |