Aburrida historia sobre el origen del vampiro más famosos de todos los tiempos. Narra la vida de Vlad el empalador y los dilemas que le llevaron a convertirse en vampiro. Los efectos generados por ordenador - mención especial para las transformaciones de humano a murciélagos de Drácula - no son suficientes para justificar una historia plagada de tópicos y agujeros de guión; lo de convertir al protagonista en una especie de superhéroe de la Marvel es un auténtico despropósito. Su corta duración ayuda a que no se derrumbe la película antes de llegar al final aunque, eso sí, a cambio de sacrificar el desarrollo de unos personajes que no pasan del mero estereotipo. Pasable. |