Alejandro González Iñárritu adapta una novela de Michael Punke sobre una "historia real" que ya ha sido narrada en diversos libros, películas (a destacar la versión del 71 con indisimulados tintes ecologistas) y alguna serie de televisión. Pero aquí el director mexicano extiende la historia hacia una salvaje venganza del protagonista. DiCaprio toma todo el peso del relato sobre sus hombros (no hay duda de que, esta vez sí, logrará su ansiado Oscar) y refleja a la perfección todo el proceso de transformación y aceptación de sí mismo por parte de su personaje. El trabajo de fotografía de Luzbeki es increíble - atención a la escena en que Glass se encuentra con su gente en la oscuridad tras haber renacido tres veces - y existen algunos planos secuencia verdaderamente portentosos. El director expone la violencia física sin cortapisas y no se corta a la hora de exponer lo peor del ser humano - violencia gratuita, egoísmo, codicia - en varios de los personajes. Un relato místico y a la vez épico de supervivencia al límite. |