Rami Malek se mete en la piel de Charlie Heller, un analista de la CIA que, tras perder a su esposa en un atentado, decide tomar la justicia por su mano. La trama, llena de giros inesperados, me mantuvo pegado al asiento. Además, la química entre Malek y Laurence Fishburne, quien interpreta a su mentor, es de lo más destacable. Aunque algunos momentos son previsibles, la dirección de James Hawes le da un aire fresco al género de espías. Recomiendo totalmente esta película a los fans del thriller de acción. |