Al ver esta película, me sentí profundamente conmovido por la dura realidad de ser sacado del clóset sin consentimiento y las terribles consecuencias de la falta de aceptación familiar. El filme me sumergió en la angustiosa historia de Adi, un joven rumano que, tras una brutal agresión, ve cómo la investigación policial revela los motivos ocultos de su entorno.
Lo que más me impactó fue cómo el director, Emanuel Pârvu, explora las dinámicas de un pueblo donde todas las familias están conectadas y tienen sus propios problemas, logrando una narrativa íntima y sin clichés. Fui testigo de cómo pequeñas decisiones escalan, incluso el intento de su padre por 'resolver' la situación, lleva a una espiral incontrolable que atrapa a Adi. Me sentí asfixiado por la crudeza y realismo de la película, viviendo el mismo pesar que el personaje. Espero sinceramente que, en el futuro, un simple beso no despierte tanto odio." |