Tras 13 años de inactividad, Peter Bogdanovich vuelve a ponerse tras las cámaras con una comedia que pretende emular el ritmo de la que es probablemente su mejor película, la prodigiosa '¿Qué me pasa, doctor? (1972)', pero que, siendo divertida, carece de la chispa y la elegancia de aquella. Y es que Bogadanovich cae en la trampa de intentar aunar la comedia de enredo y la tragicomedia matrimonial, dos géneros muy distintos. Le salva un estupendo elenco de actores que se esfuerzan en sus papeles. Una película irregular con algunos momentos divertidos y algún toque dramático que nunca acaba de definir su rumbo. |