Taron Egerton es el protagonista absoluto de este entretenimiento amable alejado de visiones cínicas, con una sobresaliente interpretación que mezcla entusiasmo, encanto e ingenuidad; sólo Hugh Jackman, su mentor en el filme, consigue hacerle algo de sombra. La puesta en escena del director Dexter Fletcher apenas llega a lo correcto y la película en sí resulta un tanto blandengue y aún así los estimulantes trabajos de sus dos protagonistas conquistan sin mayores esfuerzos al espectador de la sala. Entretenida. |