Melissa McCarthy es una cómica famosa en USA y ciertamente bastante graciosa. El problema es que, salvo en la estupenda 'Espías' no ha dado con un director que sepa encauzar adecuadamente su vis cómica y en la película que nos ocupa, dirigida por el que es su marido en la vida real, vuelve a ocurrir lo mismo. Estamos ante una comedia de toques irreverentes que da rienda suelta a los excesos de la actriz, algo que hacen todas sus películas pero que no consiguen integrar ese humor dentro de una historia interesante. En el plano actoral es lamentable ver lo desaprovechada que está la Kristen Bell de la añorada 'Verónica Mars' y lo mal escrito que está el personaje de Peter Dinklage. Una película que ni fu ni fa, sin ningún gag que merezca la pena de ser recordado. |