Cuatro amigos, movidos por distintas motivaciones y circunstancias se van a la ciudad del pecado para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos. Pero tras una noche de desenfreno se despiertan sin recordar nada y, lo que es peor, han perdido al novio. La reconstrucción de esas horas perdidas en una desenfrenada búsqueda contrarreloj -la hora de la boda se acerca- dará lugar a varios gags magistrales a lo largo del filme. Lo que en un principio aparenta ser otra película más de gamberradas nos depara una película divertidísima que además constituye toda una reflexión sobre la rebelión contra la madurez. Los actores protagonistas se ajustan perfectamente al estereotipo que interpretan, con mención especial al hasta entonces desconocido Zach Galifianakis que borda su papel de hermano pirado y extravagante que ansía integrarse en el grupo. Divertidísima. |