Tras reflotar su carrera con la estupenda saga de John Wick, Keanu Reeves vuelve a las andadas con este absoluto desastre que va empeorando conforme avanza el metraje. La típica historia de trato que se complica por causas ajenas al protagonista se nos narra con un tono reposado que enseguida da paso a una trama romántica poco estimulante. Para empeorar las cosas, la química entre la pareja formada por Reeves y Ana Ularu brilla por su ausencia. Todo lo que ocurre se hace monótono y soso. La añorada Molly Ringwald está totalmente desprovechada en su papel. Un desastre de película. |