Esta película cuenta la historia de Miguel Alonso, un delineante del Madrid de los años 50 al que alquilan un piso que a su vez está alquilado. No tardará en aparecer Antonio, el hijo de su jefe, que le invita a veranear a la isla de Ibiza.
García León da de lado su aspecto más tópicamente azconiano para quedarse con la peripecia sentimental y sórdida que articula la segunda parte del libro