Tercera parte de la saga Taken protagonizada por Liam Neeson,quién debe huir del FBI, la CIA y la Policía mientras intenta descubrir a los asesinos de su mujer.
Una tercera parte totalmente innecesaria, con menos acción de lo previsto y mucha palabrería superflua. En el lado positivo por lo menos se agradece que vayan directamente al grano y que sea el propio Neeson quien interprete las secuencias de acción. Maggie Grace continúa luciendo palmito. Pese a contar con sólidos actores como Whitaker y Neeson, la cinta carece de emoción puesto que no hay en ningún momento sorpresas argumentales: los personajes siempre comunican al espectador qué es lo que van a hacer a continuación. Sólo para fans de las dos anteriores de la saga.