Tras haber derrotado a Owen Shaw; Dominic Toretto (Vin Diesel), Brian O’Conner (Paul Walker) y el resto del equipo regresan a Estados Unidos para llevar una vida normal, como siempre habían querido. Pero Ian Shaw (Jason Statham), hermano mayor de Owen, está en búsqueda de Dominic Toretto para cobrar venganza por la muerte de su hermano, situación que pone en peligro a todo el equipo. Al enterarse de la muerte de Han, la familia Rápidos y Furiosos se propone encontrar al hombre que mató a uno de los suyos, antes de que él los encuentre primero.
Con la saga Fast and Furious ocurre una cosa curiosa: las primeras entregas de la saga eran muy malas y sin embargo tanto la 5 como la 6 eran francamente entretenidas. Y esta séptima entrega ha sido también bien tratada por la crítica estadounidense en general. La película es una estimulante y entretenida cinta de acción muy bien dirigida por James Wan con el aliciente añadido de la incorporación a la saga de dos iconos del cine de acción como son Jason Statham (haciendo de villano) y Kurt Russell. Como notas negativas, se nota que el parón del rodaje por la muerte de Paul Walker afectó a la participación de Dwayne Johnson en la cinta (sale menos de lo esperado) y el bajón que experimenta la peli en los momentos carentes de acción o humor. Como nota curiosa, resulta casi imposible discernir las partes de la cinta en que Walker fue sustituido por sus hermanos con ayuda de efectos infográficos. Una divertida versión macarrilla de la saga 'misión imposible'.