Rosaura Ventura, una tirana que ha hecho fortuna prostituyéndose se convierte en la dueña de un pueblo al que, en honor de sus doce guardianes, es llamado Los doce apóstoles. Ella contrata condenados a muerte para que trabajen en su beneficiadora de mercurio. Sebastián El Tuerto Angustias se inscribe y un teniente que no quiere testificar la contratación es ahorcado. Bujanda, el jefe de los esbirros, ocupa al Tuerto para obligar a los indios a que lleven cinabrio. El joven indio Santos se muestra insolente y luego servil a Rosaura y ella le perdona la vida cuando le roba una vaca y corta la lengua al teniente desobediente. El muchacho se gana la voluntad de Rosaura y ella cuenta al Tuerto que vivió dos meses con un tal Santos que desapareció y le heredó todas las tierras. Luego le encarga descubrir quién hace desaparecer a los condenados. Él los encuentra escondidos para huir y los mata. Recuerda que por defender a una cabaretera lo dejaron tuerto y descubre que el joven Santos es el líder de los condenados y lo mata cuando Rosaura le celebra su cumpleaños. |