Carlos tiene 26 años, trabaja en una heladería y estudia pastelería. Su madre es maestra jardinera y su padre lo abandonó cuando era pequeño. Desde ese momento lo busca incansablemente. Como le cuesta mucho acercarse a las mujeres, Carlos utiliza el chat para futuros encuentros. Así, conoce a Caroline, una joven atraída por la muerte y los ritos satánicos y a Aurélie, quien lo introduce en los secretos del I-Ching. Ambas, esconden secretos inconfesables vinculados a prácticas blasfemas y extrañas sexualidades. |