Casi de un día para otro Nathalie Pêcheux, una mujer divorciada profesora de francés, pasa por un proceso de transformación de madre adorable a persona celosa, al comenzar a sentir celos de su hija Mathilde, una guapa bailarina de ballet clásico de 18 años. Su problema aumenta cuando también comienza a tener celos de sus amigos, de sus compañeros de trabajo y hasta de sus vecinos.
Karin Viard le saca el jugo a un guión al que le sobran buenos diálogos y le falta inspiración. No tiene demasiados elementos “cinematográficos” que llamen la atención, pero eso es una buena noticia: nada nos distrae de los personajes.
La película chirría porque no es capaz de ver lo que está mal en una sociedad que es esencialmente patriarcal (...) Viard tiene un ritmo cómico incisivo y demuestra una fragilidad agradable
Pierde cuando se queda en simple retrato de la crisis de los 50 y se acerca a lo sublime en cuanto nos quedamos a solas con una Karin Viard tan genial en su poder destructivo que ríete tú del mismísimo Thanos.