Ricky y su familia han estado luchando cuesta arriba contra la deuda desde la crisis financiera de 2008. Aparece una oportunidad para recuperar un poco de independencia con una camioneta nueva y brillante y la oportunidad de administrar una franquicia como conductor de reparto por cuenta propia. Es un trabajo duro y el trabajo de su esposa como cuidadora no es más fácil. La unidad familiar es fuerte, pero cuando ambos son empujados en diferentes direcciones, todo llega a un punto de ruptura. |