Lo llamaban el Campo de Dios... hasta que el infierno se abrió literalmente bajo sus pies. En un pequeño pueblo de California, el boom de los campos petrolíferos atrajo, junto a la mano de obra trabajadora, a un gran número de pendencieros e indeseables. Los oficiales encargados de hacer cumplir la ley no son capaces de controlarlos a pesar de contar con Aaron Arnold, un veterano de la Guerra de Vietnam. Restaurar el orden parece que no será cosa fácil, al menos no siguiendo los cauces legales. |