Las cosas que van mal siempre pueden empeorar. Esa es la máxima que persigue a los hermanos Fayos.
Desesperados por su situación económica, planean el secuestro express del mayor constructor del pueblo zaragozano de Tarazona con la ayuda y complicidad de un abogado que suele operar al margen de la ley, durante la tumultuosa fiesta del Cipotegato. Por un error de última hora, terminan secuestrando al obispo de la diócesis con el que deberán huir durante tres días mientras buscan una salida milagrosa. |