Ballerina (2025) • Crítica


Aunque no alcanza el nivel de sus predecesoras, esta historia de venganza protagonizada por una nueva asesina ofrece una mirada interesante al trasfondo mitológico y emocional del Wickverso.
Película
Ballerina (2025) • Crítica
Ginés Plaza
Ginés Plaza
9 de junio de 2025
Nota 7/10

¿De qué trata?

“Ballerina” llega a las salas con una doble carga a cuestas: ser un spin-off de la celebrada saga de John Wick y, al mismo tiempo, abrirse camino como obra independiente. Lo consigue a medias. Si bien se inscribe sólidamente en el universo ya establecido—con sus reglas férreas, su estética barroca y su mitología criminal anacrónica—también evidencia las grietas de una fórmula que empieza a mostrar signos de desgaste cuando se aparta de las manos de su creador original, Chad Stahelski.

La historia se centra en Eve Macarro (Ana de Armas), una bailarina criada por la Ruska Roma, la hermética organización de asesinos que ya conocimos en “Parabellum”. Tras presenciar el asesinato de su padre, también sicario, Eve es acogida por Winston (Ian McShane) y entregada a la Directora (Anjelica Huston), figura tutelar de un feudo donde la danza y la muerte se entrelazan como rutina formativa. Años después, ya convertida en arma letal, Eve inicia una cruzada personal para vengar a su padre. La marca en la muñeca de un asesino es el catalizador que la lleva de misión en misión, enfrentándose a un grupo rival aún más despiadado que el suyo. La persecución la conduce desde Praga hasta Hallstatt, un pintoresco pueblo austriaco que pronto se convierte en campo de batalla.

Como narrativa, “Ballerina” tiene más solidez de la esperada para una película centrada en la acción. A diferencia de muchas entregas del género —incluyendo algunas de “Misión: Imposible”— aquí la historia sí importa. El guion, sin ser brillante, ofrece un sentido del mundo que da sustancia a los tiroteos y explosiones. No obstante, el desarrollo de personajes queda relegado, y se apoya más en el carisma físico de los actores que en la profundidad de sus papeles.

El problema principal radica en la acción misma. Lejos del virtuosismo coreográfico y la claridad visual que caracterizan a la tetralogía de John Wick, “Ballerina” recurre a trucos de cámara para ocultar coreografías más torpes: planos agitados, cortes rápidos, y una edición que confunde en vez de impresionar. Solo hacia el último tercio, cuando el villano Chancellor (Gabriel Byrne) reaparece, la película cobra nueva vida. Una secuencia en un restaurante nevado y una escena de combate al ritmo de comedia física —con guiños a Buster Keaton y Los Tres Chiflados— revelan la chispa que el resto del metraje ansía.

El regreso de Keanu Reeves como Wick se siente más como fan service que necesidad narrativa, aunque su presencia agrega una capa de familiaridad y eleva momentáneamente el tono. De Armas, por su parte, entrega una actuación física competente, aunque carente del conflicto interno que Reeves supo imprimir a su personaje, incluso a los 60 años. Ella se mueve con gracia, casi demasiado: la ausencia de esfuerzo visible en combate le resta verosimilitud.

Lo que sí mantiene “Ballerina” es la atmósfera del “Wickverso”: esa mezcla de lujo decadente, burocracia feudal y violencia estilizada que transforma cada hotel Continental en un templo del crimen corporativo. Bajo esa superficie refinada se esconde una maquinaria impersonal que, disfrazada de reglas y contratos, borra toda noción de libre albedrío. La paradoja es evidente: se predica que siempre hay elección, pero el sistema mismo niega esa posibilidad. Esta crítica velada al poder oligárquico global es uno de los elementos más interesantes que la saga ha sabido construir, y que aquí se conserva.

Sin embargo, “Ballerina” no logra integrar del todo esa profundidad con su acción. Su visión del conflicto es más tribal, más visceral, más primitiva. A cambio de las intrigas del Alto Consejo, ofrece una exploración sentimental de los lazos familiares, desde la búsqueda de venganza hasta la reconstrucción de una identidad fragmentada.

Personajes

John Wick

Keanu Reeves

Un sicario profesional y asesino legendario que se ha ganado una reputación por sus habilidades y está huyendo de la Alta Mesa.

Eve

Ana De Armas

Una bailarina asesina entrenada en las tradiciones de los Ruska Roma. Al más puro estilo Wick, Eve busca venganza por el asesinato de su padre.

The Director

Anjelica Huston

Jefa de la rama neoyorquina del sindicato de criminales Ruska Roma. También fue madre adoptiva de John Wick y mentora en el Teatro Tarkovski.

Pine

Norman Reedus

Pine es un asesino y el hijo del villano conocido como el Chancellor (interpretado por Gabriel Byrne). En la película, intenta escapar de ese culto de asesinos junto a su hija pequeña, Ella, y se cruza con Eve.

Dirección

Len Wiseman se muestra como un realizador solvente, con talento para la estética y la planificación técnica, pero le falta ese toque de personalidad y ligereza que elevan un spin-off al nivel del universo original de John Wick.

¿Merece la pena verla?

En definitiva, “Ballerina” no redefine el género ni iguala el virtuosismo de sus predecesoras, pero funciona como una pieza intermedia en un universo que sigue siendo fascinante. Si se ve no como una obra autónoma sino como un puente entre capítulos, su existencia cobra sentido: es un paso más en la coreografía de la violencia elegante que John Wick convirtió en arte.

¿Dónde se rodó?

La película Ballerina se rodó principalmente en Praga, República Checa: comenzó el 7 de noviembre de 2022 en los Barrandov Studios y abarcó exteriores e interiores emblemáticos como la estación de Masarykovo nádraží, el teatro Nacional (Divadlo Nová scéna), el hotel Opera, los barrios de Karlín y Bubeneč, así como varias localizaciones de la región central checa (como los castillos de Dolní Beřkovice y Kačina, el Belvedere junto a Kutná Hora, y los pueblos de Toušeň, Semily, Kouřim, Kladno y Kolín).

Más tarde, en 2024, se rodaron secuencias adicionales en Budapest, Hungría —especialmente escenas de acción y las apariciones de Norman Reedus— bajo la supervisión de Chad Stahelski tras las primeras grabaciones.

Además, aunque menor, también se utilizaron paisajes alpinos en Hallstatt, Austria, para la secuencia climática en un pueblo de montaña.

Presupuesto

Según diversas fuentes, el presupuesto de Ballerina se sitúa entre 80 y 90 millones de dólares, con una buena parte respaldada por incentivos fiscales por rodar en Europa del Este.

Curiosidades

Según The Wrap, Chad Stahelski refilmó la mayor parte de la película tras desaprobar el montaje original de Len Wiseman. Las nuevas grabaciones se realizaron en Praga durante dos o tres meses, sin la participación de Wiseman. Una fuente comentó: "Claro que Chad tuvo que arreglar el desastre de otros. Recuerden, esta película es básicamente 'John Wick 3.5'. Esta historia ocurre antes de 'John Wick 4' y después de esa película, no pueden permitirse un fracaso en nada relacionado con 'Wick'".

Nota

Notable
7
Lo Mejor
Lo mejor

La película consigue mantener la atmósfera opresiva y ritualista de la saga.

Las secuencias finales, especialmente la batalla en un restaurante nevado y la persecución en el pueblo austríaco, son divertidas, bien coreografiadas y visualmente potentes, recordando el espíritu de los mejores momentos de la saga.

La participación de Reeves (aunque breve) añade carisma y continuidad con la saga.

Lo Peor
Lo peor

La dirección de Wiseman no está a la altura de Chad Stahelski. Hay un uso excesivo de trucos como cortes rápidos y cámara tambaleante para ocultar una coreografía de combate menos depurada.

Las peleas son más genéricas, y algunos tiroteos carecen de imaginación o estrategia.

Los personajes de Norman Reedus y Gabriel Byrne, a priori interesantes, están muy poco aprovechados.

Película Ballerina
2025 | 18 | 89 min.

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