Cómo entrenar a tu dragón (2025) • Crítica

¿De qué trata?

Quince años después de haber conquistado al público con su inolvidable historia animada, 'Cómo entrenar a tu dragón' regresa en una nueva versión de acción real dirigida por el propio Dean DeBlois, creador y alma del filme original. En un panorama saturado de remakes poco inspirados, esta adaptación destaca por su fidelidad emocional, su respeto por el material base y su capacidad para renovar sin traicionar.

DeBlois, quien codirigió la película original junto a Chris Sanders, opta ahora por tomar las riendas completas del guion y la dirección. Lejos de reinventar radicalmente la historia, su enfoque se centra en traducir cuidadosamente la esencia de la cinta de 2010 al lenguaje visual de la acción real, con el apoyo de tecnologías modernas que dotan a los dragones —especialmente al entrañable Furia Nocturna, Toothless— de una presencia casi tangible. Aunque el diseño del dragón se ha ajustado para encajar en este nuevo mundo más realista, conserva su carisma felino y expresividad animada que lo convirtió en un ícono.

La trama sigue siendo conocida pero poderosa: en la remota isla de Berk, donde los vikingos viven en constante guerra contra los dragones, Hiccup Haddock, un adolescente enclenque e inadaptado, desafía las normas de su comunidad al entablar amistad con un dragón herido. Su vínculo con Toothless no solo cambiará su destino, sino el de todo su pueblo. Mason Thames, como Hiccup, aporta vulnerabilidad y humanidad al personaje, mientras que Gerard Butler repite, ahora en carne y hueso, el papel de Stoick, su imponente padre. Nico Parker da vida a una Astrid decidida y carismática, cuya relación con Hiccup evoluciona con gracia y química en pantalla.

Uno de los mayores logros de la película es mantener intacto el núcleo emocional del relato: la tensión entre tradición y cambio, entre deber y empatía. La conexión silenciosa y simbólica entre Hiccup y Desdentao —especialmente en la escena donde el joven ofrece pescado al dragón en señal de paz— es nuevamente el corazón de la narrativa, logrando el mismo efecto conmovedor de antaño, gracias a una combinación sutil de actuación contenida, animación refinada y la ya clásica partitura de John Powell.

Aunque se siente como un calco en muchos momentos —en especial durante el primer acto—, la cinta encuentra su voz propia en el equilibrio entre espectáculo visual y humanidad. Las escenas de vuelo entre Hiccup y Toothless alcanzan nuevos niveles de belleza y vértigo, mientras que la batalla final adquiere una dimensión casi mítica con claras referencias visuales al arte fantástico de Boris Vallejo.

El elenco secundario, incluyendo a Nick Frost como el estrafalario entrenador de dragones Gobber y los gemelos Ruffnut y Tuffnut interpretados por Bronwyn James y Harry Trevaldwyn, ofrece una interpretación viva y fresca de personajes ya conocidos. Los chistes de hace 15 años funcionan sorprendentemente bien gracias a un tono general que nunca cae en el cinismo ni la nostalgia vacía.

Personajes

Dirección

Dean DeBlois dirige el remake de Cómo Entrenar a tu Dragón con una mezcla de fidelidad y sensibilidad. Al ser el creador de la trilogía original, su regreso asegura continuidad emocional y respeto por la historia. DeBlois equilibra con acierto lo épico y lo íntimo, integrando actores reales con criaturas digitales de forma fluida. Su dirección refuerza el corazón del relato —la amistad entre Hiccup y Toothless— y sienta las bases para una nueva etapa en la saga.

¿Merece la pena verla?

Esta nueva versión no solo honra la historia original, sino que la revitaliza para una nueva generación. DeBlois no intenta sustituir la magia de la animación con realismo forzado, sino que expande su mundo con respeto y pasión. Y aunque nadie pidió un remake de How to Train Your Dragon, esta entrega demuestra que cuando se hace con alma, incluso una historia conocida puede volver a emocionarnos como la primera vez.

Con una secuela ya en camino para 2027, esta es una franquicia que promete seguir volando alto.

¿Dónde se rodó?

La versión de acción real de Cómo Entrenar a tu Dragón se filmó principalmente en Irlanda del Norte, complementada con estudios y locaciones naturales impresionantes:

• Belfast: rodaje en Titanic Studios y Belfast Harbour Studios.
• Entornos naturales en Irlanda del Norte: incluyen Tollymore Forest Park, Dunseverick Castle, Murlough Bay y la emblemática Giant’s Causeway.
• Además, algunas escenas se completaron en Los Ángeles para efectos y post‑producción.
• También se utilizaron parajes de Islandia y las Islas Feroe —notablemente el impresionante paisaje de Tindhólmur, que sirvió de inspiración para la ambientación del mundo vikingo—

Presupuesto

Si bien no existen cifras oficiales, según fuentes como Forbes lo más probable es que el remake live-action haya contado con un presupuesto total entre 150 y 200 millones de dólares.

Curiosidades

Gerard Butler repite su papel de Stoick de Cómo entrenar a tu dragón (2010).

Nota

Lo mejor

Efectos visuales y espectáculo: Los efectos especiales, especialmente las escenas de vuelo con dragones, ofrecen una experiencia visualmente impresionante.

Fidelidad al original: Los fanáticos de la versión animada deberían deleitarse viendo este mundo y sus personajes representados de manera más real.

Mason Thames como Hiccup: Aunque distinto físicamente del personaje animado, su lenguaje corporal transmite bien la esencia del personaje.

Diseño visual y localizaciones: El uso de paisajes reales y efectos visuales bien integrados aporta una atmósfera mágica y tangible.

Lo peor

Primer acto lento: el comienzo se siente alargado y menos dinámico.

Falta de originalidad: el guion sigue paso a paso el de la película original.

Duración excesiva.

Desdentao desentona visualmente: Aunque encantador, su diseño conserva un aire animado que contrasta con el realismo del entorno.