Críticas de la prensa de 3 CORAZONES

[Jacquot] logra una magistral radiografía de ese sufrimiento al que muta el amor cuando se siente atrapado: la angustia. (...) Extraordinaria.

Cargada con unas interpretaciones explosivas y la ominosa banda sonora de Bruni Coulais, esta tragedia romántica es más apasionante que la mayoría de thrillers.

Entre el melodrama y el caos, el director acierta a dibujar un panorama tan extraño como sugerente; caótico y extremadamente francés. (...) desastroso final

Un elenco de lujo para un film (...) que no lo es, ya que manipula al espectador con la pasión y la angustia del protagonista cardíaco y la música suspensiva de Bruno Coulais.

Crisis de la adultez y un Benoit Pooelvoorde (...) que no le encuentra el tono al personaje.

Las exquisitas y moduladas interpretaciones de las actrices principales se meten bajo tu piel. 

El guión se sostiene sobre tantos artilugios mecánicos para hacer que la historia resulte interesante que se puede escuchar el ruido metálico de la maquinaria oxidada. 

Un melodrama clásico y elegante. 

Jacquot hace que sea mucho más atractivo ver cómo se enamoran sus personajes de lo que es verlos retorcerse y dar vueltas en medio de sus complicaciones. 

El que pretenda ver la película con las gafas de la verosimilitud, acabará rascándose la oreja demasiadas veces. Pero el que busque un estado de excitación, no sexual sino emocional, puede que termine encontrando la exquisita sensación de la magia del destiempo. 

Drama romántico, thriller psicológico, misterio: el filme tiene de todo, y en muy buenas dosis. 

Una suerte de thriller sentimental y melancólico cuyo suspenso deriva de las vacilaciones y los arrebatos del corazón, contradictorios e imprevisibles. 

Si la película de Benoît Jacquot genera cierto placer en el amante del género, es por un efecto de espejo roto, que vale más por lo que sus fragmentos reflejan (otros melodramas, como los del gran François Truffaut) que por lo que son. 

No es la exploración perversa de una relación amorosa, al estilo de un Chabrol, ni tampoco un retrato inclemente de la provincia francesa. El territorio explorado aquí está más próximo a las radiografías sensibles y perspicaces de Olivier Assayas. 

Un viaje en donde el que busque un entendimiento lógico puede que no llegue muy lejos, pero el busque un estado de excitación emocional, quizá termine encontrando la exquisita sensación de la magia del destiempo. 

Actualiza una tradición del cine francés que produjo algunas de sus mejores obras. Aunque no sea una película de gran altura, bastaría con que fuera un indicio para que tuviera un valor particular.  

Las actuaciones ricas en miradas, silencios y sentimientos reprimidos armonizan perfectamente con una dirección elegante y una banda sonora ominosa que tiñe todo de tragedia y dolor. 

Está lejos de ser una película perfecta (a ratos el guión acoge resoluciones algo forzadas) pero es ciertamente una grata sorpresa en medio de una cartelera atiborrada de blockbusters. 

Ha conseguido plasmar el mundo inexpresable, informulable e inasible del amor a primera vista vuelto misteriosa experiencia de los límites y agonía del mito del amor-pasión. 

La tensa última media hora y el preciso remate de “3 corazones” no alcanzan a redimir sus morosos y elípticos primeros dos tercios. 

Pese al excelente elenco de actores, 3 corazones no pasa de ser un novelón lacrimógeno que carece de cualquier tipo de complejidad o de una reflexión profunda sobre la dinámica de las relaciones.