La mezcla de imágenes de archivo y una serie ficticia de cartas de A Night of Knowing Nothing construye una realidad onírica que elude las distinciones entre realidad y ficción para revelar una verdad más profunda sobre el estado del mundo.
La obra de Kapadia tiene una gran fuerza formal y una atmósfera sensorial cautivadora, por lo que es fácil entender por qué ha encontrado defensores tan acérrimos. Sin embargo, no es difícil imaginar que alguien también la odie.