Oti Rodríguez Marchante (Diario ABC) | Nota: 8 |
El argumento mezcla tanto la lógica del disparate con la absoluta creatividad (...) hilvanado con un brillante sentido del color, la puesta en escena (...). La impresión ante esta película es magnífica, brutal |
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Irene Crespo (Cinemanía) | Nota: 8 |
Si el cine es una suerte de hipnosis, Berger es el perfecto hipnotizador y su tercera película no quiere cínicos, sino creyentes en la magia, en el espectáculo y en dejarse llevar en el viaje |
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M. Torreiro (Fotogramas) | Nota: 8 |
Berger se adentra en terrenos poco o nada recorridos por nuestro cine, con una libertad de escritura absoluta. (...) Pero sale de él con buen pie, bien auxiliado por una puesta en escena elegante y una troupe espléndida. ¡Chapeau! |
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Quim Casas (Diario El Periódico) | Nota: 6 |
Hay momentos algo ridículos (...). Por el contrario, el aspecto más costumbrista que Berger domina bien, con la complicidad de una excelente Maribel Verdú, llevan el filme a un territorio más reconocible y mejor explorado. |
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Jordi Costa (Diario El País) | |
La película de Berger refuerza la coherencia de una concisa carrera (...) cada corte de plano, cada encuadre parecen minuciosamente pensados en una película que (...) elige ser una pertinente historia de emancipación en un infierno cipotudo. |
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Luis Martínez (Diario El Mundo) | |
Magistral ejercicio de hipnotismo (...) Pablo Berger confecciona uno de los más arriesgados y brillantes ejercicios de funambulismo cinematográfico que ha visto el cine español reciente |
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Jonathan Holland (The Hollywood Reporter) | |
Más disparatada que mágica (...) Una mezcla técnicamente impresionante de lo comercial y lo personal (...) El argumento funciona mejor de lo que se esperaría |
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