Críticas de la prensa de AMOR Y OTRAS DROGAS

El guión no funciona. Teniendo en cuenta este problema, se puede observar cómo Zwick es un hábil director incluso en condiciones adversas. Consigue una interpretación cálida y encantadora de Anne Hathaway

Muy por encima de los estándares de las comedias románticas al uso, es divertida, sexy e inteligente. Pero no lo suficientemente inteligente como mantener su pulso hasta el final.

Deslumbrante en una escena y cursi hasta el ridículo en la siguiente, genera una ambigua sensación de euforia e irritación.

Cuenta un romance magníficamente aderezado de tópicos pero con la mirada puesta en otro sitio (...) lo mejor es el apunte de los trapicheos entre los comerciales de fármacos

Lo único que hace soportable a este absurdo aburrimiento es el considerable encanto de sus dos atractivas estrellas 

Por desgracia los efectos de la película, aunque terapéuticos y embriagadores, desaparecen mucho antes de que finalice (...) 'Love & Other Drugs' es un cóctel que a ratos fascina, a ratos provoca dolor de cabeza 

Una película inteligente que debería haber sido más inteligente (...) La energía del reparto y la inmersión en un mundo poco explorado, hacen que la película resulte bastante adictiva 

La valentía para despachar lo que podría denominarse una romántica tragicomedia negra acaba atrapando a los espectadores más valientes. ¿Una gran película? No. ¿Una película insólita? Desde luego 

Poco adictiva. (...) un batiburrillo que salta de un registro a otro sin importarle los desequilibrios de tono y ritmo (...) y que desaprovecha a una buena actriz, Hathaway 

Emborronado por unos secundarios poco creíbles y unas situaciones pretendidamente cómicas que no lo son, el drama pierde la fuerza que podría tener y sólo consiguen sostenerlo las interpretaciones de los protagonistas. Sobre todo la de ella 

Una bella historia de amor (...) El principal problema: su dispersión, abarca muchas ideas pero no están lo bastante bien ligadas como para generar una historia coherente, potente y perspicaz 

Es como las pildoras sobre las que el filme habla: depende el efecto que cada una tiene en el espectador, la sensación cambiará. 

El director Edward Zwick supo llevar por buen camino esta historia que, si por momentos juega a la más alocada diversión, en otros, en cambio, no deja de lado el drama más intenso. 

El es visitador médico, ella padece el mal de Parkinson y, como alguna vez dijo Pascal, el corazón tiene razones que la razón desconoce. Y Hollywood también. 

Es una coctelera emocional con varios cambios de registro que por momentos desconcierta, pero que al final arroja un balance favorable, más allá de una historia de amor marcada por la tragedia y los golpes bajos.