En algún lugar, bajo tierra, en el Metro de Nueva York, en los alrededores de la estación de Pelham, un delincuente armado ha secuestrado un tren, amenazando con matar un rehén cada minuto si sus peticiones no son cumplidas. Pide un millón de dólares. Obligado a entretener al desconocido criminal hasta que su exigencia se cumpla o se realice una operación de rescate, el Jefe Garber debe improvisar, engatusar y manejar con perspicacia a uno de los más crueles y astutos criminales, en una batalla de ingenio que acabará heroicamente o en tragedia...
Es un sólido e intrigante relato mientras se mantiene en los túneles y las oficinas (...) el acto final fuerza la credibilidad (...) el tren de Scott, lamentablemente, pierde el juicio antes de llegar a la estación.
No hay nada malo en concreto con el Taking of Pelham 1 2 3 de Tony Scott, excepto el hecho de que realmente no hay grandes cosas en ella. Nadie hace un trabajo magnífico, excepto los de los efectos especiales.