Una pareja casada desde hace muchos años (Morgan Freeman y Diane Keaton) de Nueva York pasarán un fin de semana lleno de emociones cuando se ven obligados a vender su querido apartamento de Brooklyn.
Un drama. Pero no tanto para ser una de esas pelis (otra) amargas sobre la vejez que marcan tendencia. Ya están ahí Diane Keaton y Morgan Freeman para que no lo sea.
Morgan Freeman (...) y Diane Keaton dan el do de pecho y convencen en su atípico matrimonio, aunque los fashbacks que dan cuenta de su juventud son un pegote de cuidado.
Modesta película estadounidense muy alejada de los blockbusters hollywoodienses que nos inundan habitualmente. Su pareja protagonista, Morgan Freeman y Diane Keaton, nos ofrece una creíble interpretación de un matrimonio que lleva 40 años en un apartamento y piensa llegado el momento de venderlo ya que él, un artista, hace tiempo que no vende un cuadro y el dinero podría venirles bien. Así, abrirán una parte importante de su vida a un montón de extraños mientras toda la ciudad está pendiente de un presunto terrorista islámico que ha despertado el recuerdo del 11 S. El filme trata cuestiones como la intolerancia, la incomprensión hacia el prójimo - especialmente si es de otra raza -, la incomunicación que trae aparejada las nuevas tecnologías o la crispación que inunda nuestras vidas, sin una pausa para la reflexión que es lo que pide precisamente el personaje interpretado por Freeman. Interesante.